CONFUNDEN SU MÓVIL CON UNA PISTOLA Y MUERE ACRIBILLADO POR LA POLICIA


El joven recibió 20 balazos tras ser confundido con un ladrón, cuando visitaba la casa de su abuela. Los agentes responsables, que confundieron su teléfono móvil con una pistola, han sido suspendidos hasta que se aclare lo ocurrido.

Stephon Clark, un joven de color, de 20 años, murió tras recibir 20 disparos por parte de la Policía de Sacramento, California (Estados Unidos), cuando se encontraba de visita en casa de su abuela.
El domingo por la noche, el joven acudió a casa de su abuela e intentó entrar por la puerta del jardín. En ese momento, dos agentes acudieron a la zona en respuesta a una llamada al 911, en la que se alertaba que un hombre negro, que tras robar en un coche, estaba tratando de entrar en una casa en el número 7500 de la calle 29.
En ese momento, los agentes se encontraron con Clark. El vídeo de las cámaras corporales, hecho público el miércoles por el Departamento de Policía, muestra la intervención policial.

"Muéstrame tus manos. Párate. Párate", se escucha decir a un oficial, antes de comenzar una persecución por un pasillo. Poco después, se observa cómo Clark se acerca a los agentes y uno de ellos le pide que muestre de nuevo sus manos. "Arma. Arma. Arma", se escucha justo antes de que la policía abra fuego. 

Desafortunadamente el arma a la que se refiere la policía, no era otra cosa que el teléfono móvil del joven. Clark era padre de un bebé de un año y de otro niño de tres, según declaró su hermano Stevante a' ABC News'.

"A él le gustaba estar con la gente. Siempre me recordaba a un adolescente. Podía hablar sobre religión, política. Era muy intelectual", dijo Stevante. "Se quedaba en casa con los niños. Estaba muy orgulloso de él", añadió.

Stevante indicó que sus abuelos escucharon los disparos en la parte trasera de la casa. "Lo único que oí fue pum, pum, pum, pum y me tiré al suelo", se lamentó Sequita Thompson, abuela del fallecido, en declaraciones recogidas por el diario 'Sacramento Bee'. 

"Ella les gritó y les llamó asesinos. Los policías no nos dieron ninguna información sobre el supuesto robo", apuntó Sevante, quien explicó que tanto él como su hermano solían entrar por la parte trasera de la casa de sus abuelos.

"¿Estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado en su propio jardín?", se preguntó la abuela, Sequita Thompson, "Por favor...no tenían que haber hecho eso", añadió.

El Departamento de Policía de Sacramento ha defendido la actuación de los agentes afirmando que ellos pensaban que él era el hombre que estaban buscando y que estaba cometiendo robos, ya que la llamada al 911 lo identificó como un joven de más de 6 pies de alto.

Sin embargo, Thompson ha criticado la actuación policial. Según ella, su nieto no era tan alto y simplemente dispararon sin cerciorarse de que él no estaba cometiendo ningún crimen.

Las autoridades siguen aún investigando para aclarar lo sucedido. Según su relato, hasta tres vehículos habían sido dañados por el hombre que buscaban. Los dos oficiales que protagonizaron los hechos se encuentran suspendidos,de empleo pero no de sueldo, hasta que se aclaren los hechos.

"Esto me podría haber ocurrido a mí", reflexionó Stevante. - que.es

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